Una cárnica con gran potencial

Nuestro cliente, un empresa cárnica de nueva creación, se aprovechó de cambios en el mercado para crecer y posicionarse. En los tres primeros meses de su existencia, tuvo un buen desempeño. En los siguientes tres meses, perdió de golpe todo lo ganado y puso en riesgo su misma continuidad.

Nuestra intervención permitió conocer las áreas que generaban o perdían dinero y, sobretodo, conocer las razones.

Inmediatamente se renegociaron precios, se ajustó la gama de productos y se llegó a nuevos acuerdos con clientes y proveedores.

Al mes de la intervención, la empresa recuperó e incrementó su rentabilidad.

La clave: con muy pocos datos, se trabajó en un modelo de precios que evolucionara con el mercado. El modelo funcionó también en plena época COVID, con grandes variaciones en la demanda, y con muchos costes inesperados.

Un ebanista prestigioso y sin control en sus obras

Las reformas de hoteles precisan de profesionales como nuestro cliente, un ebanista experto, con un gran equipo, pero que perdía dinero en cada proyecto.

Además de evaluar correctamente los costes en los proyectos, fue necesaria una reorganización de toda la empresa, con funciones claras tanto de ejecución como de seguimiento, para asegurar el éxito de cada proyecto. Además, se establecieron rigurosos controles financieros, para asegurar la viabilidad de la empresa.

Los proyectos que se iniciaron durante la intervención ya generaron beneficios.

La clave: si bien el control de los presupuestos y los proyectos era básico, la asignación de tareas y responsabilidades permitió controlar el proceso de principio a fin, motivar a los empleados y mejorar la tesorería de la empresa, incluso con la pandemia COVID de por medio.

Dos visiones de una empresa de artes gráficas

Dos hermanos, dos visiones diferentes de la misma empresa: la creativa, y la vendedora, y un conflicto permanente, que hacía tambalear el futuro de la empresa.

Nuestra intervención se centró en la organización de las responsabilidades de cada hermano, y en implantar herramientas de coordinación para compartir información y empujar proyectos de cambio. Así, se pudieron definir de forma conjunta los planes de futuro para la compañía.

A las dos semanas de iniciar la intervención, la comunicación entre los hermanos mejoró sensiblemente, y su colaboración empezó a dar sus frutos.

La clave: las expectativas de las personas, tanto directivos como colaboradores, son el principal motor de cambio de nuestros proyectos. Por esta razón, nos implicamos a fondo en cada proyecto y con cada equipo directivo.

Una empresa con ganas de aprender

Una empresa con ganas de aprender

Cincuenta años de historia y un rendimiento constante no fue suficiente para una empresa distribuidora que, en palabras de su fundador, ‘quería más y mejor’.

Se trabajó con los procesos críticos de la empresa, ventas y almacén, hasta mejorar su eficiencia. En Ventas, con pequeños cambios, se incrementó la rentabilidad de los vendedores en un 16%. En almacén, se identificaron obsoletos por valor de 250.000€ que, vendidos adecuadamente, resolvieron los problemas de liquidez de la empresa.

A los tres meses de nuestra intervención, el fundador cedió la gestión a sus herederos, con la total confianza en el futuro de la empresa.

La clave: para muchas empresas es crítico salir de su zona de confort, y poder confiar en alguien que les ayude a ver el negocio con otra perspectiva que les ayude a crecer en todos los sentidos.